Decisiones del corazón
Verlo salir de tu vida
no es lo mismo a ver cómo va saliendo de tu corazón. Existe una gran diferencia
entre ambas cosas. Porque una es dejarlo ir aunque uno no quiera, pero lo que
sientes por esa persona permanece intacto, mientras la otra es sentir como un
sentimiento se termina poco a poco por
diferentes motivos, dejas de sentir sin pensarlo.
Muchos dicen que la
segunda es más fácil. No sé si estoy de acuerdo. Creo que ambas tienen sus
dificultades. Puede ser que, al final, dejamos de sentir por cosas que suceden.
En lo personal, siento que es irse defraudando o desilusionándose poco a poco.
Darte cuenta que no era quien tú pensabas. Pero, esa desilusión también crea
dolor.
Por otro lado, dejar
ir es un proceso difícil y doloroso. Imagínate querer tanto a alguien que, por
distintas circunstancias en la vida, tienes que dejar que salga de tu vida por
mas futuros que imaginaras a su lado. Pero estas convencida de que es por una
razón que vale la pena. Por tu bien o por el de la otra persona. Se convierte en
una situación bastante complicada pues, tu corazón te pide dos cosas diferentes
al mismo tiempo, las cuales no van a dejar a un lado el dolor.
Cualquier decisión que
tomes te dolerá y sabes que no será ese dolor que pasa rápido. Estas decisiones
se convierten en las decisiones más difíciles de tomar. Y, muchas veces, esas decisiones
terminan en dejar ir para evolucionar, crecer. Pues, si una vez te lo
planteaste es porque algo no va bien y
al final eres tú o es el.
Pero verlo irse es sentir
como un pedacito de tu vida se va con su partida.
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